Para José de Jesús Hernández Herrera, productor de maíz de la comunidad Las Trojes, municipio de Morelia, el fertilizante que han recibió el pasado y el presente año es “un beneficio muy bueno”, pero se necesita más, el sulfato no es suficiente, “estamos muy abandonados en el campo, además, la sequía fue muy fuerte y nadie se nos arrimó para ver que por falta de agua no hubo producción”, refirió
Expuso que él, cada año siembra 10 hectáreas, recibe 600 kilos de abono, “que no son suficientes”; aunque reconoce que los apoyos se están recibiendo oportunamente, ya que la siembra, en parcelas de temporal, se realizan hasta junio, con las primeras lluvias.
La única agua que riega sus tierras es la que viene de arriba, “solo el agua que Dios nos manda, no tenemos otra opción”.
Como alternativa para aminorar los efectos de la sequía, las autoridades aconsejan a los productores dejar algo de rastrojo para guardar humedad en las tierras, “así lo estamos haciendo”, señala el labriego; adicionalmente, los agricultores de la zona aplican composta que han aprendido a elaborar, “nos ha ido muy bien ahora que tenemos la capacitación de los ingenieros agrónomos”.
Mencionó que los agricultores de Las Trojes ya reciben capacitación de los técnicos que les están apoyando en cómo utilizar adecuadamente el fertilizante, y cómo mezclar el abono químico con composta para un mejor aprovechamiento del insumo, en espera de incrementar la producción.
