Ejidatarios de los municipios que conforman el Valle Morelia-Queréndaro anunciaron su adhesión al Paro Nacional de Transportistas y Campesinos y mantener la lucha por la exigencia de un precio justo para el maíz. La acción principal será el bloqueo de la caseta de cobro de Zinapécuaro de la Autopista de Occidente, a partir de las 9:00 horas de este lunes 24 de noviembre.
Productores de municipios como Tarímbaro, Zinapécuaro, Queréndaro, Álvaro Obregón e Indaparapeo se reunieron en la Casa Ejidal de Indaparapeo para coordinar la movilización.
La exigencia es clara e irrenunciable: que el Gobierno Federal garantiza un precio base de 7 mil 200 pesos por tonelada para el maíz en todo el país. Esta postura se mantiene firme a pesar de los recientes acuerdos anunciados por las autoridades para otorgar una compensación de 950 pesos por tonelada.
Los labriegos de ejidos como Belisario Domínguez, Francisco Villa, San Fernando, Morelos y La Purísima coinciden en que la oferta de la industria, que junto con el apoyo apenas suma 6 mil 150.00 pesos, es insuficiente para cubrir sus costos de producción, amenazando la rentabilidad del campo.
La convocatoria llama a una concentración masiva a las 9:00 horas en las inmediaciones de Araró para después dirigirse hacia la caseta de peaje y proceder a su cierre.
En un llamado a la acción colectiva, los representantes ejidatarios enfatizaron la importancia de la presencia física en la protesta para abogar por los derechos y beneficios de la comunidad agrícola. Conscientes de la afectación que un cierre carretero provoca, los labriegos pidieron la comprensión de la población y convocaron a todos los sectores productivos a sumarse a su causa.
El Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC) , que encabezan la protesta, han acordado que su forma de lucha se centrará en las carreteras. No obstante, han hecho la precisión relevante de que evitarán afectar a vehículos particulares y al transporte de pasajeros , enfocando su paralización en el transporte de carga y las vías de cuota como forma de presión al gobierno.
Las demandas michoacanas, centradas en el precio del maíz y la necesidad de un apoyo integral al campo, se articulan con las exigencias nacionales del gremio transportista, quienes exigen acciones urgentes contra la creciente inseguridad y el robo de carga que azota las carreteras federales.
De igual forma, el sector campesino del estado subraya la importancia de abordar la crisis hídrica nacional, instalando a las autoridades a realizar una revisión profunda de la Ley Nacional de Aguas como parte de las soluciones de fondo que el campo mexicano necesita.













