Necesitamos una iglesia diocesana que sea de todos, pero sobre todo, de los pobres: Pbro. Luis Daniel Rubio

El párroco de la iglesia de San Jerónimo, de Huandacareo, fue el orador en el acto conmemorativo del CDLIX Aniversario Luctuoso del venerable Tata Vasco de Quiroga

“Necesitamos una iglesia diocesana donde se practique la pobreza y la misericordia. Una iglesia diocesana que sea de todos, pero sobre todo, de los pobres”, expresó el Pbro. Luis Daniel Rubio Morales, párroco de San Jerónimo, en Huandacareo, durante la ceremonia por el CDLIX Aniversario Luctuoso del venerable Tata Vasco de Quiroga, realizada en el Jardín de Las Rosas, de Morelia, por la Universidad Vasco de Quiroga (UVAQ).

Directivos y autoridades montaron guardia de honor en la estatua de Don Vasco de Quiroga, en el Jardín de Las Rosas.

Por un costado de la estatua de bronce del primer obispo de México y quien comparte este emblemático jardín con Miguel de Cervantes Saavedra, el ex rector de la Iglesia de Nuestra Señora de los Urdiales se pronunció por una iglesia acorde a los tiempos que vivimos.

“Necesitamos una iglesia diocesana donde se practique la pobreza y la misericordia, desde un proceso de educación con acciones solidarias que comprometan a la persona. Una iglesia diocesana que sea de todos, pero sobre todo, de los pobres”, expresó el orador ante la presidenta de la Junta Gobierno de la UVAQ, Dulce María Nava Vázquez; del rector José Antonio Herrera; la secretaria académica, Susana García; la diputada Claudia Ivone Pantoja, presidenta de la mesa directiva del Congreso Local; Aurelio Mora, representante del gobernador del estado; Gerónimo Color, presidente del Consejo Ciudadano y representante del alcalde de Morelia; además de ex rectores, docentes y alumnos de la UVAQ y rectores de universidades privadas de la ciudad, entre ellos el maestro Raúl Olmos, rector del Conservatorio de Las Rosas.

Luego de los honores a nuestro Lábaro Patrio, el párroco de la iglesia en donde se venera al milagroso Señor del Amparo, en Huandacareo, se dirigió también a los jóvenes y dijo que: “así como Tata Vasco se esforzaba para socorrer a los indígenas, con extenuantes traslados entre la sede episcopal y la audiencia de la Ciudad de México, durmiendo poco, nuestra Universidad pide jóvenes austeros y desprendidos, siempre a favor de los más desprotegidos”.

Tata Vasco, destacó, “acompañaba a quienes sufrían injusticias, ignorancia y pobreza; ejemplo de obispo sabio y misericordioso, a quien nunca le llamaron ilustrísima, sino Tata, que se mostró cercano a todos, especialmente a los purépechas. Tuvo un corazón de padre y madre, buscando la perfección y salvación de todos, con una mentalidad abierta y comprensiva hacia los demás”.

“Educar en la Verdad -lema de la UVAQ-, se complementa con educar en la justicia”, expresó, al pedir “una Universidad que luche contra toda clase de esclavitud, buscando la igualdad de todas las razas sin distinción de edad, género o creencias, defendiendo los derechos de las personas como la salud, la vida, educación, el acceso a una sana diversión y sobre todo, la oportunidad de abrir el corazón a la gracia de Dios por medio de la fe, sin forzar a nadie ni imponer la religión”.

Antes de las guardias de honor y la colocación de la ofrenda floral a Tata Vasco, el ex alumno de la Universidad Gregoriana de Roma e investigador del archivo secreto de El Vaticano, además de docente en el Seminario Menor de Morelia, aseveró que “el 459 Aniversario Luctuoso de Tata Vasco no se trata sólo del recuerdo de una gloriosa muerte, sino del estudio de una santa vida. No hemos de tener en cuenta tan sólo la silueta esbelta del gran civilizador, sino ha de buscarse el secreto de su éxito, para dar pan al hambriento; trabajo a quien no lo tiene; casa al que de ella carece; albergue al peregrino; atención al enfermo; protección al desvalido; amor verdadero y esperanza segura de alcanzar una vida mejor”.

“Tan fausta conmemoración -agregó-, debe despertarnos del sueño en que vivimos y hacer que abramos los ojos a la realidad que nos ha tocado en suerte vivir. Que nos unamos con el Papa Francisco y con el señor arzobispo, don Carlos Garfias para trabajar con el bien común y la paz, siguiendo las huellas de tan venerable civilizador, sólo así podremos celebrar de manera gloriosa la efeméride del venerable Tata Vasco”.

Previo al acto, Monseñor Carlos Garfias, arzobispo de Morelia, ofició en la catedral la misa por el 459 Aniversario Luctuoso de Tata Vasco.