Más de 13 mil feromonas para el manejo y control de plagas, principalmente de gusano cogollero, que debían ser aplicadas en el ciclo primavera-verano en Tarímbaro están en el limbo y a la espera de que las unidades de producción ejidal y la pequeña propiedad reafirmen el compromiso de adquirirlas y colocar (las trampas) en los campos de cultivo.
J. José Martínez Martínez, secretario de Desarrollo Rural del Ayuntamiento de Tarímbaro, recordó que por acuerdo del Consejo Municipal para el Desarrollo Rural Sustentable(CMDRS) se solicitó el apoyo de la Junta Local de Sanidad Vegetal “Generalísimo Morelos” para consolidar la compra y obtener un mejor precio de forma directa con el proveedor; el objetivo era emparejar el programa de semilla subsidiada y condicionar a los beneficiarios en el uso de las feromonas para disminuir el uso de plaguicidas tóxicos.
Sin embargo cuando se distribuyó la semilla las feromonas no estuvieron disponibles, ya sea por situaciones administrativas o por cuestiones atribuibles al proveedor, según trascendió en la segunda asamblea extraordinaria del CMDRS que tuvo como sede la Casa Ejidal de Uruétaro. Como haya sido, las feromonas están ahora en poder de la Junta Local de Sanidad Vegetal y pendiente el compromiso de pago del Ayuntamiento de 400 mil pesos que se adeudan al proveedor.
Tras conocer del tema, los consejeros pidieron tiempo para informar a los agricultores del municipio para comprometer su uso adecuado, ya que el gusano cogollero es la principal plaga del maíz y del sorgo y puede ocasionar daños en más del 50% del cultivo, ya sea por las larvas que se alimentan de las hojas, o por su comportamiento como trozador e, incluso, como elotero. Lo mejor, explicaron, es que colocándolas correctamente pueden ser de utilidad hasta que el maíz espigue, es decir, que aún es tiempo para su aplicación.
De entrada, los consejeros dieron su visto bueno para su uso, pues a diferencia de los plaguicidas el uso de las feromonas no presenta ningún tipo de peligro para el hombre ni para los animales, además de que las trampas donde se colocan les ayuda detectar la presencia de una plaga y poder controlar el crecimiento de la misma.
Además, el costo sería de apenas 80 pesos por hectárea para cada productor, pues se aplicaría un pequeño subsidio por parte del Ayuntamiento, pero que representa un ahorro de más del 50% en comparación al precio del mercado.
Raúl Calderón Fuentes, coordinador de la Junta Local de Sanidad Vegetal, pidió a los consejeros y a las autoridades municipales respetar el acuerdo para realizar un manejo agroecológico. Aprovechó para hacer entrega gratuita de Crisopas que se usan, también, para el control biológico de pulgones y de trichogramma para contrarrestar el gusano cogollero.
En la asamblea participaron Pedro Efraín Loya Alvarez, jefe del CADER 03 de Álvaro Obregón, y Maria de la Luz Ríos Salinas, delegada de Desarrollo Rural en la Región 3 Cuitzeo, que dio a conocer la apertura de ventanillas del Programa de Concurrencia con las Entidades Federativas.
Ahí estuvieron también la regidora Silvia Ayala; Felipe Calderón Chávez, presidente del Comisariado Ejidal de Uruétaro, el jefe de tenencia José Manuel Lobato Calderón, y Rogelio Barrera Vivanco, tesorero de la Junta Local de Sanidad Vegetal y vecino de Uruétaro, entre otros.