“¡Fiesta, fiesta! Fiesta, fiesta, fiesta” fue el arranque de dos días de diversión, alegría y esperanza para niños, niñas y adolescentes en contexto de movilidad; Payasos sin Frontera llegó a Michoacán y las sonrisas no faltaron.
Baile, chistes y acrobacias fue lo que disfrutaron los menores durante casi dos horas de espectáculo por parte de la organización de ayuda humanitaria española, quienes con sus habilidades no solo divirtieron a los niños, niñas y adolescentes, sino también a los adultos que acompañaron las actividades durante el fin de semana.
Tarímbaro y Apatzingán fueron los municipios beneficiados. El primero con los menores que están en los Centros de Asistencia Social y de las personas del Centro de Necesidades Especiales del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) Michoacán; mientras que en la comunidad de Las Bateas, segundo municipio, se llenó de colores.
Malabares, juegos con mascadas, interacción, bailes, recorrido por el lugar de la activación fueron los ejercicios realizados por parte de Payasos sin Fronteras; el personal de la Agencia de la ONU para Refugiados (ACNUR) y de la Secretaría del Migrante (Semigrante) bailaron al compás de “Sopa de Caracol” y “Oye”.
Las artes escénicas se han convertido en una actividad de diversión y sonrisas por parte de Payasos sin Fronteras para llegar a las personas en contexto de movilidad humana y su vida se llene de alegría, diversión y esperanza.