Habitantes de la comunidad de Rancho Seco, perteneciente al municipio de Cuitzeo, están puestos y dispuestos con la mano de obra que se requiera para construir las cunetas, a uno o ambos lados, del camino que recién inauguraron.
Son poco más de dos kilómetros los que fueron rehabilitados, siendo la única entrada al rancho, que, además, comunica con la carretera Cuitzeo-Uriangato.
A nombre de la comunidad, Serafín Silva Villanueva, platicó a Encuentro las “pésimas” condiciones en que se encontraba el camino y la indiferencia de quienes gobernaron anteriormente Cuitzeo.
“Qué terracería ni qué nada, puros hoyos. Hace años que habíamos estado solicitando esta obra, pero como somos una comunidad pequeña nadie nos hacía caso, siempre decían: no hay dinero, no llegan recursos, puros pretextos; hasta ahora que la presidenta nos hizo caso, y aunque somos poquitos, también valemos”.
Rancho Seco es una localidad confirmada por 62 familias, donde el campo es, o era, la mayor fuente de economía, pues la mayor parte de las tierras son de temporal y la sequía no ha dado tregua.
La comunidad solo tiene 20 hectáreas de riego para el maíz, el resto debe esperar a que lleguen las primeras lluvias.
Agradecidos por el camino y el arreglo de algunas luminarias, Serafín Silva y Amparo Villanueva Herrera no dudan en comprometer la mano de obra que se necesite para cavar las zanjas y construir las cunetas antes de que lleguen las lluvias y deterioren el nuevo camino, camino que Dios mediante -dicen- permitirá sacar las cosechas y que los estudiantes y las mujeres lo recorran a pie para llegar a la cabecera municipal de Cuitzeo, a 10 kilómetros de distancia.