En la comunidad de La Arpita, en la zona alta de Indaparapeo, la familia de Daniel Delgado sigue el legado de trabajo y tradición de don Darío Delgado Andrade (QEPD) y ya se alista para, a partir del próximo martes 2 de diciembre, poner a disposición de los michoacanos los pinos de navidad de las variedades ayacahuite, cedro y oyamel, en las instalaciones de la Comisión Forestal de Michoacán, en el Bosque Cuauhtémoc de Morelia.
Sobre una superficie de cuatro hectáreas en La Arpita, enclavada en la parte alta de Indaparapeo y a sólo 7 kilómetros de la cabecera municipal, Daniel Delgado y sus dos hermanos se preparan este año para mantener el legado y la tradición de la única familia en el municipio que produce pinos navideños desde hace más de 20 años, pero ahora lo hacen tras unos últimos años muy complicados, en los que la familia sufrió la pérdida de sus padres.
Indaparapeo, reconocido a nivel nacional por la calidad de su mezcal, esconde también entre sus cerros un hermoso lugar donde inicia la magia de la Navidad, donde el olor a pino se mezcla con el del campo, donde una familia de tres hermanos continúa el legado de sus padres, productores de pinos navideños que son la felicidad de los niños, porque es donde Santa les deja sus regalos cada Navidad.
“Hace ya más de 20 años que mis papás empezaron a producir el pino en La Arpita, siempre con el apoyo de la Comisión Forestal de Michoacán, que nos apoyan con pinos para la reforestación en la época en que se realiza. Somos la única familia que en el municipio de Indaparapeo se dedica a la producción de pinos para Navidad”, explica Daniel Delgado, triste al recordar a sus padres, pero con la fortaleza de seguir su ejemplo y honrar su legado, manteniendo esta bella tradición que les permite sacar adelante a su familia y la de sus dos hermanos.
En tiempos de don Darío Delgado Andrade se llegaban a comercializar hasta 600 pinos por temporada, pero en este diciembre, Daniel Delgado y su familia esperan poder llevar a las familias michoacanas unos 300 pinos, de las variedades ayacahuite –el que más gusta en los hogares-, cedro y oyamel, que se ofertan entre 600 y 800 pesos, dependiendo de su tamaño, con el correspondiente certificado de la Cofom.
El pino ayacahuite (Pinus ayacahuite), es una variedad originaria de México, de tierras altas, desde el centro del país hacia el sur. Habita en altitudes entre los 1,500 y 3,600 metros, en suelos bien drenados y sitios relativamente fríos y húmedos. De acuerdo con el productor indaparapense, es de los más pedidos por las familias michoacanas.
Por su parte, el pino cedro se refiere al pino limón (también llamado ciprés de limón o Goldcrest), una conífera ornamental de rápido crecimiento conocida por su aroma cítrico y follaje verde amarillento, mientras que el apreciado pino oyamel es nativo de las montañas centrales y del sur de México y es el preferido de la Mariposa Monarca en los santuarios del oriente del estado.
“Luego de la temporada navideña y de comercialización, en la Comisión Forestal nos apoyan con más pino, para realizar las labores de reforestación, así que en todo este espacio que quedó libre, se vuelven a plantar pinos y, dependiendo de la tierra, que aquí en La Arpita es húmeda, requiere unos diez o doce años para alcanzar la altura para su comercialización, aunque a mucha gente les gusta pequeños, de unos cinco años”, explica.
“Este año esperamos llevar sólo unos 300 pinos a la Comisión Forestal para su comercialización a partir del 2 de diciembre, pero también invitamos a las familias a que acudan a La Arpita y que escojan su pino para Navidad, aquí, por los gastos de traslado, se los dejamos más baratos, así que a las familias de Indaparapeo, Morelia y los municipios cercanos les saldrá a muy buen precio, desde unos 400 pesos”, dice el joven productor michoacano.
“Si no pueden venir a La Arpita, los invitamos a la Comisión Forestal en el Bosque Cuauhtémoc a partir del 2 de diciembre, allí por fuera de la Cofom vamos a estar vendiendo los pinitos de las tres variedades”, reitera Daniel Delgado, orgulloso por continuar el legado de sus padres con la producción de pinos para Navidad en esta bella comunidad de Indaparapeo, ubicada a sólo 7 kilómetros de la cabecera municipal por el camino asfaltado a Pueblo Nuevo.
