Productores, organizaciones y gobierno, juntos para cerrar la brecha de desigualdad en el campo

En el marco de la Clausura de LXIV Asamblea General Ordinaria de la Federación de Propietarios Rurales de Michoacán, Eduardo Orihuela Estefan, llamó a trabajar juntos productores, organizaciones y gobierno para llevar al campo mexicano hacia un futuro más prometedor, con un trato justo para todos, y con desarrollo tecnológico y científico que amplíe la frontera de producción y abra nuevas oportunidades comerciales.

Ante el Gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Cuauhtémoc Ramírez, el ex diputado se refirió al sector primario como el pilar y la fortaleza de la economía que nunca se venció cuando el resto de los sectores se paralizaron por la pandemia.

“La CNPR cumplió este año 75 años de existencia, una organización fundamental para el desarrollo productivo del país, que ha vivido las diferentes transformaciones históricas de México, siendo actor en cada etapa de la evolución productiva de campo, y fomentando siempre la competitividad de un sector que ha sido motor de desarrollo”.

Hoy México es muy diferente al que era cuando nació esta organización, hoy nuestra economía es una de las más abiertas al comercio exterior en el mundo. El año pasado las exportaciones agropecuarias superaron por primera vez a las petroleras, y a cifras de Septiembre del año en curso, el valor de dichas exportaciones acumuladas de manera anual fue mayor en 12% al reportado en el mismo periodo del año 2020, con un superávit en la balanza comercial de 363 millones de dólares.

El orgullo de ser productor se demostró durante la etapa más crítica de la pandemia, manteniendo las cadenas de suministro y la calidad de la producción a pesar de las circunstancias adversas que enfrentaba el país, es así que se logró que nuestro sector fuera el único con crecimiento positivo durante el año pasado, creciendo en un 2% mientras el resto de la economía decreció más de 8%”.

Así, agregó, el campo demostró ser un pilar fundamental para la economía nacional y la seguridad alimentaria, sin embargo, reconoció que existen aún muchos retos por afrontar en el sector: la inflación, la depreciación, y los problemas logísticos a nivel mundial, han encarecido los combustibles, fertilizantes, e insumos para la producción, golpeando más fuertemente a los mexicanos que viven de agricultura no vinculada al sector exportador.

Fue enfático al señalar que el campo recibe cada vez menos subsidios y presupuesto público, por lo que el sector se ha tenido que adaptar.

Otro reto, dio, es la apertura comercial que obliga a ser más productivos y competitivos frente a los competidores en otras partes del mundo. “El aprovechamiento tecnológico está íntimamente ligado a esta competitividad, el campo necesita estar en innovación constante y la capacitación es esencial para lograrlo”.

Lamentablemente, añadió, aún existe una amplia brecha de desigualdad en el campo mexicano, una brecha entre el campo exitoso, competitivo, exportador, que agrega valor, con productores y empresas dedicadas a la producción de frutas y hortalizas; y en contraste, un campo en desarrollo, en donde se concentran principalmente productores de granos, de pequeños productores con poca productividad, que carecen de acceso a servicios financieros, tecnología, y asesoría técnica.

“Cerrar esta brecha es tarea de todos, gobierno y organizaciones debemos trabajar conjuntamente para que quienes se dedican al campo tengan las herramientas necesarias para crecer, desarrollarse, comercializar, y exportar”, sentenció.

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