Queréndaro, Michoacán.— La tenencia del Real de Otzumatlán, en la sierra de Queréndaro, fue hoy el punto de partida para una significativa jornada de reforestación en el marco del programa “Jalo a Reforestar”. Con la siembra de los primeros 10 mil pinos, esta iniciativa busca restaurar las zonas afectadas por incendios y fortalecer el patrimonio forestal de Michoacán. Un centenar de jóvenes y habitantes locales participaron activamente, sumándose también funcionarios y pobladores del vecino municipio de Zinapécuaro.

El evento contó con la destacada presencia de la alcaldesa de Queréndaro, Diana Caballero; el director del Instituto de la Juventud Michoacana (Ijumich), Lenin López; y la senadora por Michoacán, Celeste Asencio.


Un Compromiso Compartido por la Tierra
La alcaldesa Diana Caballero subrayó la urgencia de estas acciones, recordando la devastación causada por los incendios forestales. “Nos encontramos en una situación grave aquí en El Real, donde se quemaron más de mil hectáreas. Esta es la primera acción que emprendemos, vamos a continuar reforestando junto a los comuneros, a las comunidades, a las tenencias, buscando la manera de abrazar esta causa que es la protección del medio ambiente y la protección de nuestros bosques”, afirmó.

Resaltó la importancia de “abrazar las causas” y advirtió: “no nos estamos dando cuenta que estamos perdiendo el Inventario Forestal del Bosque en Michoacán y que sin bosque no hay agua y sin agua no hay vida”.
Por su parte, la senadora Celeste Asencio enfatizó la visión de los pueblos originarios hacia la naturaleza. “Quienes pertenecemos a algún pueblo originario generalmente tenemos una cosmovisión que nos invita siempre al cuidado y protección de nuestro medio ambiente; en este caso estamos haciendo un cuidado y una conservación de nuestra madre tierra”, expresó.
Hizo un llamado a la acción colectiva: “Invitamos a todas las personas a que nos ayuden a seguir cultivando acciones, ya sea a través de plantar un árbol o algo tan sencillo como que no tiremos la basura. Les invitamos a todas, a todos, a las niñas, también a los niños, para que siempre estén reflexionando, cuidando y abrazando”.

Isidro Rodríguez Montoya, maestro mezcalero del Real de Otzumatlán y dueño del predio donde se realizó una de las primeras reforestaciones, expresó su optimismo: “Esto es muy bueno, vamos para adelante; esta vegetación nos trae vida”. Su testimonio refleja el sentir de las comunidades que ven en estas acciones un camino hacia la recuperación y el futuro.

La jornada de hoy en El Real de Otzumatlán no solo representa la siembra de miles de árboles, sino también la consolidación de un esfuerzo conjunto entre gobierno, juventud y comunidades para asegurar un futuro más verde y sostenible para Michoacán.














