En Michoacán, a través de los programas del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, habrá cero agro-químicos y sólo se distribuirán insumos que contribuyan a mejorar el medio ambiente y coadyuven en producir alimentos sanos e inocuos, señaló Rubén Medina Niño, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario (Sedrua), al poner en marcha el taller de compostaje y lombricultura en el arranque del Programa de Agricultura Sustentable 2020.
De esta forma se elaboró la composta más grande realizada en este municipio y en la entidad, en donde participaron más de 100 técnicos y hombres y mujeres del sector rural.
Medina Niño, subrayó que la actividad de capacitación es parte de la estrategia para fortalecer el exitoso programa, mismo que arrancó en parcelas de maíz, limón y zarzamora en junio del año paso, y cerró el 2019 con más de 20 cultivos, superando las 8 mil hectáreas.
Para este año, se espera superar las 30 mil hectáreas, debido al gran recibimiento que ha tenido entre los pequeños y medianos productores agrícolas, quienes se han convertido en sus principales difusores.
“En esta nueva etapa del Programa de Agricultura Sustentable, se incorporan prácticas adicionales, como la fabricación de compostas. Todo mundo debemos saber cómo poder preparar una buena composta que le ayude a los suelos a recuperar la actividad microbiana y una mejor condición de fertilidad para los cultivos”, declaró el funcionario al inaugurar los trabajos.
Enfatizó que los extraordinarios resultados del programa implementado por el Gobernador del estado, Silvano Aureoles Conejo, permitieron reducir de un 30 a un 40 por ciento, los costos de producción, además de incrementar la productividad en un 42 por ciento en maíz y un 90 por ciento en limón.
El taller de elaboración de abonos orgánicos fue impartido por el doctor Gerardo Noriega Altamirano, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo (UACH), quien explicó que el objetivo de los trabajos es fomentar la producción de abonos orgánicos mediante las técnicas de compostaje y lombricultura.
“El propósito es que los productores tengan un mecanismo para ir reduciendo los niveles de degradación de sus parcelas, y por otra parte, ir construyendo una estrategia que nos permita tener mejores cultivos, más rendimientos, bajar los costos de producción y sobre todo un productor más activo en su proceso productivo”.
“Esto no es propaganda, es una estrategia de producción en la que economía y ecología, van de la mano”, destacó.