La alternancia partidista, ex alcaldes y la aparición de nuevos partidos en el espectro político, caracterizan el resultado del proceso electoral en los municipios de la zona de influencia de Encuentro y gran parte de Michoacán.
Destaca el regreso del PRI en Tarímbaro y Copándaro, donde PT y Morena fueron castigados por electores que aplicaron el viejo adagio “más vale viejo por conocido…”, en otros municipios, sus ciudadanos optaron por dar oportunidad a candidatos sin partido, mientras que algunos decidieron dar oportunidad a exediles, casos concretos en Huandacareo, con el perredista Humberto González Villagómez; Puruándiro con el priísta Víctor Manuel Vázquez Tapia, y Salvador Camacho Serrato en Queréndaro, ex alcalde con el PRI que ahora gana el municipio con Redes Sociales Progresistas (RSP), partido de nueva creación.
Los nuevos actores políticos en el Valle Morelia Queréndaro, la Cuenca del Lago de Cuitzeo y parte del bajío michoacano capitalizaron el hartazgo de las y los ciudadanos, agregando propuestas y nuevos rostros que llevaron incluso a la derrota a personajes de los que nadie imaginaba que ganarían la elección; con partidos de reciente creación o de la llamada “chiquillada”, que se adueñaron de municipios como Charo, con el independiente Salvador Cortes Espíndola y Álvaro Obregón, donde el Partido Encuentro Solidario (PES) gana la alcaldía con Fernando Sánchez Juárez; en Queréndaro, RSP sorprendió al postular al ex munícipe Salvador Camacho Serrato, para alzarse con el triunfo en las urnas.
También está el Partido Verde, el de mayor crecimiento, que con Erick Magaña Garcidueñas venció a Tere Pérez, la alcaldesa perredista que buscaba la continuidad en Indaparapeo, o el emblemático y sonado triunfo de Bladimir González en Tarímbaro, poniendo fin a un gobierno que con PT y Morena se extendió 2 trienios en esa demarcación, a estos se suman Omar Vega Calderón y Hermes Pacheco Bribiesca, el primero, un joven cuadro pero ya viejo conocido de los santanamayenses, que se hizo de la alcaldía de Santa Ana Maya abanderado por el PES; el segundo, candidato de Fuerza por México que venció en Angamacutiro a la edil con licencia Maribel Juárez Blanquet, quien buscaba extender su mandato y un cacicazgo regional iniciado por su extinto hermano Erick.
En Copándaro, el PRI en solitario truncó un proyecto que Mirna Violeta Acosta inició hace 3 años con el PRD y continuó con Morena, de donde tras más de 2 años regresó para postularse por la dupla PRD-PAN y perder ante el tricolor José Jaime García Domínguez; en Lagunillas, el pesista Octavio Chávez Aguirre conquistó el triunfo e interrumpió una cadena alternante entre PRI, PRD y PAN, en tanto que Huiramba regresa el priísmo con María Rocío Domínguez Nambo.
También hay municipios en los que el alcalde y su partido, o uno de los dos, retuvo el poder, tal es el caso de Zinapécuaro, donde Alejandro Correa Gómez extenderá su mandato a 6 años al ganar en las urnas ese derecho, abanderado por Morena y el Partido del Trabajo (PT), en Morelos habrá continuidad por la vía de la coalición Morena-PT, ya que al concluir un periodo de 6 años con José Guadalupe Coria, entra al relevo Xóchitl Campos González, por la misma fórmula partidista.
Así, Michoacán es hoy un mosaico variopinto con el azul, rojo y amarillo de los partidos tradicionales, a los que se sumaron el marrón, de Morena; el morado, del Partido Encuentro Solidario (PES), el rosa de Fuerza por México (FxM), el naranja de Movimiento Ciudadano, el Verde Ecologista, el púrpura de Redes Sociales Progresistas (RSP) y el rojiamarillo del PT.