Representación del viacrucis sella la fe del pueblo de Indaparapeo

Como cada año tras superar la pandemia, este 2023 el viacrucis, o tres caídas, se llevó a cabo bajo los inclementes rayos del sol, lo que dificultaba más el penoso caminar del grupo actoral

Con gran realismo se llevó a cabo la representación del viacrucis en Indaparapeo, considerado uno de los mejores de Michoacán, mismo que fue presenciado por aproximadamente 10 mil espectadores que esperaron en las calles el recorrido hasta el cerro de La Cruz, de la colonia Miguel Hidalgo, en un cambio de escenario que levantó ámpula y cumplió expectativas.

Hugo Rodríguez encarnó a Jesús nuevamente e igual que sus compañeros cumplió con creces la confianza del Grupo Indaparapeo y su coordinadora Lila Guerrero, quien cada año se hace cargo de los ensayos, vestuario, utilería y escenografía de los actores y actrices participantes, quienes pusieron todo en el escenario.

Como cada año tras superar la pandemia, este 2023 el viacrucis, o tres caídas, se llevó a cabo bajo los inclementes rayos del sol, lo que dificultaba más el penoso caminar del grupo en escena, que fue interrumpido por las 3 caídas del nazareno y el auxilio de Verónica para ofrecer un sorbo de agua al condenado a muerte, quien también fue auxiliado por José de Arimatea, obligado por los soldados a cargar la cruz del desfallecido hijo de María.

El crudo realismo en la representación hizo llorar a muchos.

Entre tumbos, derivados del constante azote a latigazos de los soldados de Roma, el Rey de los judíos, coronado de espinas llegó hasta el monte indaparapense, Gólgota por esta ocasión, donde sufrió hasta la muerte los improperios de las y los presentes, quienes no conformes le clavaron una lanza en un costado, solo para burlarse del hijo de Dios, condición que comprobaron una vez que el nazareno entregó el espíritu, mostrando su lado humano al reclamar el abandono del Padre, “Por qué me has abandonado”, le dijo.

Solo su madre María, algunos apóstoles y seguidores se quedaron al final, para bajar el cuerpo y darle sepultura, los sollozos de ella humedecieron los ojos y quebraron la voz de no pocas personas, que disimuladamente escondían el rostro, pero el mudo reconocimiento al sacrificio de Jesús y el duelo de su madre, selló también la fe de muchos y muchas este viernes santo.