Con maso en mano, Alejandro Correa y los integrantes del Cabildo municipal arrancaron la restauración de la Calzada del Desierto y el Acueducto de Zinapécuaro.
No se demolerá la estructura del acueducto; se busca restaurarlo. De ahí que se inició con la demolición de los muros de adobe, que no tienen ningún valor arquitectónico y que se colocaron entre los arcos para evitar la circulación al predio.
Para el cronista municipal, Omar Tapia, la obra es por demás significativa para revalorar la historia de Zinapécuaro de aquellos tiempos en los que el municipio era autosuficiente.
“Estamos hablando del Acueducto de Zinapécuaro que data del Siglo XVIII y que en su momento se construyó para mover el molino de trigo y después las turbinas generadoras de luz eléctrica, propiedad de don Gabino González”.
Ubicado al oriente, en la salida a Taimeo, el antiguo Acueducto de Zinapécuaro será intervenido en arcos de cantera para dar paso a una completa restauración.
El cronista distingue el sitio como un lugar de oración y meditación de los franciscanos, de ahí su cercanía con la capilla del Hospital de la Inmaculada Concepción de María, la número 70 de don Vasco de Quiroga (actualmente conocida como María Auxiliadora).
“Una vez restaurado el monumento y el graderío será sin dudas un lugar obligado para los visitantes y los propios zinapecuarenses, pues no se trata de una obra por capricho sino de un plan bien estructurado que amalgama lo más histórico que tiene Zinapécuaro”, sostiene el afamado cronista local.
El proyecto de obra incluye el Acueducto, las escalinatas, el monumento a la madre y su iluminación, conservando la tipología emblemática que caracteriza a Zinapécuaro.
En sí, dijo, Alejandro Correa es un proyecto integral de toda esa zona buscando sea un lugar que realce el turismo en el municipio y sea también una área de esparcimiento para la comunidad. “Se colocará iluminación para realzar la belleza del monumento y se rehabilitará todas las columnas y bancas que actualmente están en muy mal estado”.
La escalinata a la capilla también se restaurará conservando la piedra que actualmente tiene.
Explicó que se abrirá una calle del otro lado del Acueducto, también con la misma tipología de la que se encuentra en este momento de piedra ahogada. Dejando una que suba y la otra que baje para dar más fluidez en ese tramo, ya que actualmente hay una parte muy angosta que complica el libre flujo.
El proyecto se hará en dos etapas y por el momento están autorizados cerca de 900 mil pesos con la proyección de invertir cuatro millones de pesos