La bandera nacional ondeando a media asta parecía dar el adiós a Baltazar Gaona Sánchez, el presidente municipal que falleció en funciones el jueves a las 23:47 horas por afectaciones de la covid-19 y este medio día visitó por ultima vez la sede del Ayuntamiento que encabezó en 5 ocasiones, unas cien personas; ciudadanos, empleados municipales, familiares y amigos recibieron con aplausos el féretro que contenía sus restos mortales, mismos que fueron depositados en el patio trasero de Palacio Municipal, donde en Sesión Solemne limitada por el covid, Don Balta fue homenajeado por sus colaboradores y el cabildo local.
Ahí estaban los hermanos Gaona García: Baltazar, Elizabeth, Mario y Erick, cada uno tomó el micrófono para dedicar unas palabras a su progenitor y resaltar algunos rasgos de la controvertida personalidad del edil, que deja la vara muy alta de superar por otros presidentes municipales, michoacanos o de otras entidades del país.
Por eso, en su intervención durante la sesión de cabildo aprobada por los regidores, Mario Gaona señaló que con la partida de su padre, nace la leyenda de “El Lobo de Cotzio”, en tanto que su hermana Elizabeth expresó que será una ardua tarea continuar su legado, sin embargo “lo haremos”, aseguró ante el ataúd custodiado por elementos de la policía municipal y con una bandera tricolor que recordaba lo mucho que Gaona Sánchez amó a su patria.
El diputado local fue el primero en abordar la tribuna luego de que el secretario Amado Hernández declaró la validez de la sesión, optó por contar cómo vivió Don Balta, a quienes preguntaban cómo murió, rememoró que su padre tuvo una niñez dura en su natal San pedro Chicácuaro, y por lo mismo, regalaba cosechas de trigo, leche y agua a la gente pobre, de esta manera hacía realidad el postulado de “primero los Pobres”.
“Mi papá era un hombre de campo que amaba los caballos y le gustaba convivir con la gente”, reveló el legislador local, su corrido favorito era “Se les peló Baltazar”, ya que se identificaba con ese tema, ya que en lo personal, “siempre salía avante contra los escollos que la vida le presentaba.
Comentó que, antes de su ingreso al hospital, donde entregó el espíritu inquebrantable que le caracterizo, el hijo adoptivo de Cotzio se puso a cuentas con Dios y “aceptó a Jesús como su salvador personal”, dimos la batalla con el hasta el final, concluyó Gaona García.
Erick tomó la palabra y agradeció al creador por haberle dado un padre que siempre se preocupaba por sus hijos, desde la niñez y aun siendo ya adultos, aceptó además que su papá era un hombre polémico pero también era bueno y le gustaba ayudar a la gente necesitada, era recio y de carácter, rasgos que le ayudaron a postularse y ganar 5 veces la alcaldía tarimbarense; relató que en ocasiones recibió regaños de su padre que le pedía hacer bien las cosas, les llamaba la atención y les mostraba cómo hacer las cosas, “pero nunca nos puso una mano encima”, puntualizó.
Mario se enfocó en la faceta del Baltazar Gaona dadivoso y lo contrastó con el del guerrero de mil batallas, dijo que el legado de su padre no se trata de cuánto ganó o cuantas calles hizo en Tarímbaro, sino a cuántos tocó y ayudó, a cuantos les resolvió un problema o una necesidad, “lo otro acorrienta”, especificó.
Dijo que después de tantas victorias, al héroe de mil batallas hoy le tocó perder, pero aclaró que esa batalla todos la vamos a perder un día.
Resaltó que su padre le enseñó a defender el derecho al trabajo, a la libertad de expresión y a defender las injusticias, la palabra unificar era para Don Balta una especie de lema y la palabra que lo identificaba con su padre, en esa premisa, Mario Gaona hizo un llamado: “es tiempo de unificar, hagámoslo en nombre de la leyenda naciente de “El Lobo de Cotzio”, concluyó.
Después de la Sesión Solemne y homenaje de cuerpo presente, se pidió por altavoz a los presentes dejar de tomar video y fotos, se procedió enseguida a montar guardias de honor, los primeros fueron los funcionarios y regidores locales, le siguieron familiares, colaboradores y amigos cercanos, se observaron las medidas de sana distancia, empero, el féretro causó sorpresa y suspicacias, por las circunstancias del fallecimiento y por haberse levantado la tapa para que, a través del cristal la gente pudiera despedirse de su presidente, con el fondo musical de “Se les peló Baltazar”.