Saborea Charo otra edición de su tradicional Carnaval

Charo conserva su tradicional Carnaval y reedita la fiesta que, desde sus cuatro barrios: San Juan, San Pedro y San Pablo, San Bartolo y Santiago, se vive intensamente cada año, aunque este 2023 la fiesta tiene un sabor especial tras la suspensión por la pandemia de covid-19, en que los toritos: El Tucán, del barrio San Juan; El Rey, de San Pedro y San Pablo; El Mexicano, de San Bartolo y El Cobra, del barrio de Santiago, tuvieron que esperar para aparecer este año en el ruedo y las calles.

El carnaval es una fiesta que tiene su dosis de religiosidad y otra parre de paganismo, se lleva a cabo desde años inmemoriales durante los días previos a la cuaresma, la gente da rienda suelta a la diversión y Charo se convierte en un pueblo todo festivo, con el Torito de Petate como epicentro, las yeguas y sus maringuías acompañando al miura para guiar a las y los humanos en esta bacanal que sirve para dar paso a la cuarentena, donde las y los buenos católicos se abstienen de ingerir bebidas embriagantes y de caer en pecados de la carne, para llegar purificados a la Semana Santa, en una consideración al crucificado.

El lunes de carnaval reviste singular importancia, es un día especial donde los toritos visitan las casas de cargo, que albergan la imagen de la Virgen de Guadalupe, donde los espectadores pueden atestiguar el momento en que las familias de los cargueros reciben y coronan al incauto astado. Es este día cuando se ofrecen tamales a los visitantes como señal de bienvenida y que son admitidos en la fiesta charense, todos los presentes participan en la degustación de tamales, hay bandas de música, confeti y baile.

Guadalupe Damián Castro es una de las jefas de 2 familias cargueras que este 2023 alojan en sus viviendas la venerada imagen de la Guadalupana, de acuerdo con la tradición, la virgencita es visitada por los cuatro toritos en el barrio de San Pedro y San Pablo, donde El Rey local es recibido por la muchedumbre, lo mismo que El Mexicano, El Cobra y El Tucán, y sus organizadores son recibidos con la habitual tamaliza, que en Charo da sabor al carnaval.

Los tamales son para toda la gente y se elaboran “de todo corazón”, la gente ha respondido muy bien y todo ha transcurrido tranquilamente, “han venido toritos de los kínderes, las primarias y ahorita vino El Tucán, faltan los demás de venir por su coronación, apunta Lupita.

Las familias cargueras son asignadas por el encargado de cada barrio y al aceptar el cargo, dos hogares por año se encargan de elaborar los tamales, de dulce y chile, para alimentar a unos 10 mil visitantes, más la gente de casa que participa en esta festividad, que arranca el viernes y se extiende hasta el martes de carnaval, cada año.

“Con la ayuda de la virgencita esperamos que todos alcancen tamales, no se les van a negar a nadie”, dice la gentil jefa de la familia Vences Damián.

Es una tradición que nos dejaron y que “hay que seguir”, comenta doña María de la Paz Vences al cuestionarle por qué tamales y no algún otro alimento, ella agrega que las familias cargueras se encargan adicionalmente de arreglar con flores el templo parroquial el día 12 de diciembre, para honrar a la Morena del Tepeyac, señala.

Del otro lado del pueblo se ubica el barrio de San Juan, donde la familia Molinero Caravantes, encabezada por don Fidel, recibió la imagen de la Guadalupana y la responsabilidad de organizar “la tamaliza” para ofrecer a propios y visitantes, y a los organizadores de El Tucán y los otros 3 toritos que arriban a las afueras de la casa de cargo para ser coronados, “es una tradición de muchos años que nosotros seguimos”. Cada año se cambia la imagen, ahora nos tocó y el próximo año se va con otra familia, dice Fidel Molinero.


La coronación consiste en bailar el torito frente a la Virgen de Guadalupe, con sus apaches, maringuías, mulas y pingos, el Carnaval 2023 empezó oficialmente el sábado y concluye este martes 22, “pero nosotros empezamos el día quince, hay mucho trabajo estos días”; se preparan tamales para la gente de todos los barrios, escuelas y organizadores de los toritos, también se ofrecen carnitas y comida casera, “hay que darles de comer a todos”, la actividad se acaba diariamente a la medianoche, todo el barrio participa, incluida la comunidad migrante.