Alma Albor Calderón, es una mujer como muchas en Michoacán, la circunstancia le obligó a salir a las calles en busca del sustento familiar.
Incansable, amable, luchadora y siempre echada para adelante, la joven sostiene que las mujeres no deben rendirse ante la adversidad, al contrario, es una oportunidad para demostrar que “se puede cambiar la realidad y superarnos para sacar adelante a la familia”.
Madre de tres pequeños, Alma Albor se dice felizmente divorciada y suelta la carcajada mientras es entrevistada…
Recuerda cuando la necesidad económica le obligó a dejar tareas en casa allá en su comunidad “La Lobera”, para poder alimentar a sus pequeños. El andar, no fue fácil, preguntando por aquí y por allá donde la podían emplear…
De pronto, Don Salvador, un hombre con años de experiencia en la venta de alimentos en la cabecera municipal, le dio un empleo en el que tuvo sus primeras experiencias con clientes de todo tipo que llegaban al lugar.
Sin embargo, un buen día, el trabajo se acabó y Albor Calderón tuvo que pensar en la manera de seguir adelante teniendo bocas que alimentar…
Con unos cuantos pesos y enfundada en el entusiasmo, Alma decidió asumir el reto y aperturar su negocio.
Recuerda que algunos le auguraban éxito, pero otros la desanimaban; sin embargo, siguió adelante y hoy lleva dos años vendiendo tacos de tripa, chorizo, costilla y pastor con una creciente clientela que disfruta su sazón y trato cordialidad.
“Hay días buenos y malos, pero aquí estamos echándole ganas, ahí van las ventas”, agregó.
Confiesa que cuando una persona es trabajadora, “nada es difícil…”.
Alma Albor Calderón, cuyo puesto se ubica a espaldas de la Presidencia Municipal, tiene una particularidad, consume lo local.
“Aquí en esta zona, donde se ubica el puesto compro todo lo que necesito; es una manera de ayudar a la comunidad. Ellos me ayudan y no contribuyo”, señala.
Sobre la educación de sus pequeños, la entrevistada reconoce que debe asumir diversos roles: “en casa hay que equilibrar, cuando se requiere ser papá, hay que actuar como tal y cuando se requiere ser mamá debemos asumir ese rol…”.