El Lago de Cuitzeo, el segundo más grande de México, se niega a morir y con el presente periodo de lluvias han aparecido algunos espejos de agua, pero la verdad es que “no ha llovido lo suficiente, porque las lluvias se retrasaron este año más de un mes, además de que los manantiales están taponados con lodo y maleza y no permiten su recuperación”, explicó el Dr. Arturo Chacón Torres, especialista decano del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA), de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Campesinos, pescadores y habitantes de la Cuenca del Lago de Cuitzeo, se muestran optimistas ante el inicio del periodo de lluvias que ha permitido combatir un poco la desecación del Lago de Cuitzeo desde hace una semana, pero los especialistas consideran que no todo es trabajo de las lluvias, sino que hacen falta acciones concretas por parte de los habitantes de las comunidades en los 15 municipios de Michoacán que forman parte de la cuenca.
“En el rescate del lago de Pátzcuaro, los verdaderos héroes han sido los propios habitantes de las comunidades, quienes han limpiado y quitado los tapones de lodo de sus manantiales, obligando al gobierno a intervenir con maquinaria. Es lo que se necesita en Cuitzeo, pero las comunidades no están organizadas y no se involucran en sacar la basura, el lirio y destapar los manantiales, como han hecho los habitantes de Urandén, Ihuatzio y Jeráhuaro, por ejemplo”, explica el reconocido biólogo y ambientalista michoacano.
La cuenca de este lago tiene una extensión superficial de 3,675 km2 y forma parte de la cuenca Lerma-Chapala. El lago de Cuitzeo tiene gran importancia en la región, algunas de sus contribuciones fundamentales son: la regulación del clima de la cuenca, sustento y hábitat a diversas especies vegetales y animales y contribución a la economía local.
Chacón Torres recordó que con el Plan Emergente de Rehabilitación del Lago de Cuitzeo en 2019, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de la Federación obtuvo un respaldo económico entre 300 y 400 millones de pesos a través del Banco Interamericano de Desarrollo, “pero no ha habido resultados y todo quedó en una mesa de amigos, quienes nunca han rendido cuentas” y mientras tanto, la desecación del lago de Cuitzeo avanza cada año.
El problema de la desecación del Lago de Cuitzeo ha trascendido ya el impacto a los sectores agrícola y pecuario, así como de abasto de agua a las comunidades cercanas a los ricos manantiales, como en San Bartolomé Coro, para convertirse en un problema de salud pública, ante las complicaciones que generan las tolvaneras, especialmente entre los sectores vulnerables como niños y adultos mayores.
El director fundador del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo estima entre 300 y 400 los manantiales que deben existir en el lago de Cuitzeo y que actualmente están taponeados y necesitan ser limpiados para que ayuden a la recuperación del lago.
“Hay manantiales de todo tipo, termales y dentro y fuera del lago, como el de Las Noria que está dentro y La Palma, a la orilla. Hay unos pequeños que generan 5 litros por segundo, pero hay otros con 100-200 litros por segundo, pero todos, están taponeados y necesitan limpieza”, explicó.
“A diferencia de las comunidades del Lago de Pátzcuaro, de donde nos llaman para que les ayudemos en las labores, en Cuitzeo el problema es muy serio, las comunidades y municipios no se involucran y no nos dejan ayudarlos. Y el problema se complica, porque si en Michoacán no podemos organizarnos, menos vamos a poder hacerlo con los municipios de Guanajuato que están en la cuenca de un lago de 340 kilómetros cuadrados”.
Además, el investigador destacó que la “autopista que cruza el lago, está obstruyendo su recuperación, obstruye el paso entre el manantial y Cuitzeo y no se dará su recuperación hasta que no se realice una obra hidráulica para permitir que fluya el agua entre esos dos lados del lago”.
que no se realice una obra hidráulica para permitir que fluya el agua entre esos dos.
A diferencia de la inacción gubernamental, las acciones ciudadanas ya se emprendieron con el proceso de reforestación en Cuitzeo y Huandacareo de los primeros 75 mil árboles que donó Grupo México, trabajos coordinados con la sociedad civil por las organizaciones Panorama Ambiental y Voluntariado Forestal.
Los ambientalistas recibieron 15 especies, “pero estamos enfocados mucho en el mezquite, porque es una especie que con las primeras lluvias crece y se fortalece”.
Las labores involucran también riego, molienda, prerreforestación y a través de las redes sociales han sumado a ciudadanos y jóvenes comprometidos con el medio ambiente, que incluso han acudido a descargar los tráileres con los arbolitos.
Mientras tanto, este martes 9 de julio, la onda tropical número 8, localizada en el sur del golfo de México y el istmo de Tehuantepec, seguirá generando lluvias en el estado, “lluvias fuertes de 50-75 mm”, según el Servicio Meteorológico Nacional, mismo que reporta a Beryl como depresión tropical, ya en territorio estadounidense.
