Nuestro amado México, es un país con un enorme potencial y grandes riquezas, pero aún no hemos sido capaces de explotarlas en beneficio de todas y todos los habitantes de este país…
La división que han ocasionado los partidos políticos entre la ciudadanía, incluso entre las familias, nos mantienen alejados del desarrollo… Por décadas, los políticos han abusado del poder y lo siguen haciendo, la mentira, el doble discurso en el decir y el hacer, siguen permeando hasta nuestros días…
Países pequeños, con menos riquezas naturales, se encuentran por arriba de nuestro país; triste pero cierto, aquí los diputados locales y/o federales en su mayoría salvo honrosas excepciones, venden su firma o voto en cada una de las iniciativas, enriqueciéndose sin reparar, ni respetar la más mínima moral…
Aunque la mayoría de los partidos políticos dicen y afirmar estar unidos y cohesionados, es una verdadera mentira… En cada instituto político los grupos, se encuentran luchando por quedarse con la candidatura a Gobernador, para después repartirse por cuotas las candidaturas a alcaldías y diputaciones…
En tiempos electorales, las y los mexicanos, lo que menos deberíamos de hacer, es dividirnos… Recuerdo la anécdota de la película infantil Hormiguitas, en donde con un gran mensaje, uno de los opresores le dice a su compañero, que no se den cuenta que son más, porque entonces estaremos acabados…
Así los mexicanos y mexicanas, no nos damos cuenta que somos más los que no participamos, no opinamos y no decidimos, dejamos en manos de unos cuantas las decisiones importantes…
No analizamos y no recordamos la historia, los políticos que ayer nos gobernaron, hoy nos gobiernan pero con otro color, pero dicen que ahora son diferentes, que ahora son honestos, que no hay corrupción…
El fanatismo político se ha agravado, como también la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la falta de oportunidad a ingresar a los sistemas de salud, de vivienda y de negocios…
Tal y como sucede en las familias, la desintegración y la violencia se acentúa, lo mismo en la política… El respeto hacia nuestros semejantes cada vez es menor, los hijos se sublevan contra los padres, al igual que se les falta el respeto de manera abierta y pública a las y los políticos y los Gobiernos… Antes a los maestros se les respetaba, eran autoridad… Ahora la mayoría sólo son tristes plantonistas que sólo buscan una plaza para sobrevivir y lucrar a través de sus sindicatos, negociando de manera grupal sus votos…
Y todo esto es bíblico, vivimos en una total y absoluta descomposición social y un caos, en donde sólo los políticos y encumbrados, se benefician y enriquecen sin importarles el pueblo o los pueblos…
En tiempos electorales, es importante que las y los mexicanos, no le demos el poder absoluto a nadie, es importante que haya contrapesos, para cuidar los intereses de todas y todos….
Tal vez sea una utopia o un sueño…. Pero urgen verdaderos líderes, estadistas y visionarios comprometidos con el desarrollo y un reparto justo de las riquezas…