La autosuficiencia alimentaria en productos básicos para la población es un propósito de mediano plazo perfectamente alcanzable. En el caso del maíz, la aspiración es elevar la producción nacional de los actuales 24 millones de toneladas a 40 millones anuales, lo que implicaría incrementar el rendimiento promedio de tres a cinco toneladas por hectárea y quitar a México el liderazgo mundial que tiene como importador de este grano.
El subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Suárez Carrera, afirmó lo anterior al participar en la inauguración del foro Diálogo sobre el maíz y la milpa: hacia la promoción y protección de la producción, cultura y consumo del maíz de México, organizado por el Frente Parlamentario contra el Hambre Capítulo México.
En el encuentro realizado este martes en el Senado de la República, el funcionario federal recordó que el foco de la política agrícola de la Cuarta Transformación está en el fomento de la pequeña y mediana agricultura, que representa alrededor del 85 por ciento de las unidades de producción del país, pero que se quedó rezagada en las décadas recientes, pues los gobiernos neoliberales catalogaron a los campesinos como pobres y los despojaron de su calidad de sujetos productivos.
Todos estos productores tienen un alto potencial de aumento de sus rendimientos, subrayó Suárez Carrera.
En el foro –que es una iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)–, el subsecretario afirmó que el Poder Legislativo tiene enfrente grandes tareas:
1.- Convertir en expresión legislativa/normativa la decisión política del Gobierno de México de prohibir de forma rotunda la siembra de maíces transgénicos.
2.- Normar el derecho a la alimentación, el cual fue incorporado a la Constitución hace años; “su normatividad permitirá hacerlo efectivo”.
3.- Aprobar en ambas cámaras la iniciativa de Ley de protección de maíces nativos, la cual es impulsada por las senadoras Jesusa Rodríguez y Ana Lilia Rivera. Esta última coordina, junto con la diputada Dolores Padierna, el Foro Parlamentario Contra el Hambre Capítulo México.
Otra tarea legislativa, dijo, es revivir e impulsar una iniciativa ya presentada de protección y mejoramiento de semillas mexicanas, que cuenta con sustento aportado por científicos como Antonio Turrent y Alejandro Espinosa, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap).
Víctor Suárez consideró que el Poder Legislativo debe rechazar presiones de intereses poderosos y avanzar en la modificación de la Ley de Salud para incorporar la obligatoriedad de la industria de alimentos a establecer un etiquetado frontal que prevenga a los consumidores de riesgos a la salud, como es el alto contenido de azúcares (etiquetado que ya opera en Chile y Uruguay).
Este cambio legislativo fue votado ya favorablemente por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y debe pasar al pleno de ésta para luego ser votado en el Senado de la República, subrayó.
Llamó a la sociedad civil a participar y acompañar al Poder Legislativo ante los retos que se presenten. “La sociedad civil que ha estado movilizándose en defensa del maíz debe seguir haciéndolo, porque persisten obstáculos e intereses que han frenado el desarrollo del país y, en particular, del campo y de los campesinos”, añadió.
Consideró que en el marco del derecho a la alimentación y de la búsqueda de erradicar la malnutrición debe involucrarse el tema de la obesidad y el sobrepeso. Ocurre, dijo, que, en comunidades rurales e indígenas, losniños enfrentan desnutrición en sus primeras etapas de vida, pero en etapas posteriores sobreviene la obesidad.
“Estamos en el peor de los mundos, niños desnutridos y obesos a la vez”. Este Frente Parlamentario, agregó, “debe ampliar su perspectiva para atacar y erradicar la malnutrición, en su doble dimensión: la dimensión de carencia de alimentos, desnutrición y anemia, y la dimensión de un consumo de productos de mala calidad que ha generado un problema de salud pública: obesidad y sobrepeso, con las consecuencias de daño a la salud y derechos de las personas y daño a las finanzas públicas y al interés público”.
Víctor Suárez sostuvo que los poderes Ejecutivo y Legislativo deben caminar junto con la sociedad en busca de un sistema agroalimentario justo, saludable y sustentable.
La senadora Ana Lilia Rivera inauguró el foro y destacó en su discurso el imperativo de frenar intereses que influyen en el sistema agroalimentario conduciéndolo a generar daños a la salud humana y al medio ambiente.