Luis Miguel Ballesteros, representante de Royal Company, encabezó aquí una reunión informativa con habitantes de Queréndaro, que manifestaron interés en trabajar de forma temporal en Estados Unidos, donde por gestiones del alcalde Salvador Camacho, algunas empresas norteamericanas ofertan empleos en las ciudades de Chicago, Illinois y Altanta.
Ante cerca de 500 personas interesadas, Luis Ballesteros dio cuenta de los contratiempos para tramitar las visas respectivas y acordó una próxima reunión, para mediados de agosto, para proceder a la revisión de los precontratos con la empresa. Quienes cumplan al cien por ciento con los requisitos estarán viajando a Guadalajara para tramitar el pasaporte y la inmunidad contra Covid-19.
Las visas se gestionarán, posteriormente, en la ciudad de Monterrey, y para dar certeza y garantías se solicitará al Ayuntamiento de Queréndaro el acompañamiento para la constancia de que todos y cada uno de quienes sean aprobados puedan llegar con bien a los respectivos destinos laborales.
Miguel Ballesteros aclaró las dudas de quienes tienen interés de participar en el proceso y fue enfático en señalar que no es un programa del Gobierno Municipal; pidió evitar caer en rumores, que –dijo- solo buscan desestabilizar al Ayuntamiento en turno politizando el tema.
Recordó que esta es una acción de buena fe mediante el acercamiento, a título personal, de Salvador Camacho con paisanos radicados en el vecino país del norte, con el único interés de beneficiar a la gente de Queréndaro.
En su oportunidad, Camacho Serrato reiteró que bajo ninguna circunstancia ha recibido dinero y su mejor intensión es brindar empleo temporal a la gente que tiene intención de trabajar en Estados Unidos, “que no se pongan en manos de coyotes, ni arriesguen su vida al cruzar por el desierto o lugares de alto riesgo que pueden terminar en desgracia, dejando mujeres viudas, hijos en la orfandad”.
Uno de los interesados Hugo Sanety Bucio, se dijo motivado y esperanzado de ir a trabajar a Estados Unidos. Con 21 años de edad será la primera vez que lo haga y en su mente tiene la intención de hacer su mejor esfuerzo para volver a tener una segunda oportunidad laboral.
Angélica Solís Cortés señaló que ella en ningún momento perdió la esperanza, pues comentó que desde hace 14 años vine trabajando con la actualización de su visa, y sabe que los trámites no son sencillos; será la primera vez que trabaje en el campo, ya que anteriormente trabajó en el cuidado de caballos.
Para María de la Luz Romero Parra también sería la primera vez, no oculta sus nervios, pero asegura que habrá de acostumbrarse. Reconoció que los rumores le generaron incertidumbre, más cuando tuvo que renunciar a su trabajo con tiempo de anticipación, pero ha podido sobre llevarla, con la esperanza de que en Estados Unidos le pueda ir bien como empleada temporal, del tema de sus hijos, como madre soltera, abundó que ya tiene quien se hará cargo de ellos durante su ausencia.
Enrique López Flores comentó que desde inicios de la década de los 90, empezó la aventura como migrante, refirió el triste viacrucis por el que se tiene que pasar, días sin comer, varias horas sin agua, largos trayectos por el desierto, por lo que hoy considera una oportunidad poder viajar con una visa temporal.