El turismo es una de las principales actividades económicas de Zinapécuaro, pilar fundamental en este sector son los 8 balnearios con que cuenta el municipio y el parque “Los Azufres”, todos con aguas termales, pero este municipio dispone también de magníficos lugares para escalar y practicar el rapel; hay cascadas y cañones para tirolesa, montañas para la práctica de senderismo y parapente completan el abanico de opciones para el turismo ávido de emociones y diversión que visita el territorio zinapecuarense.
Zinapécuaro forma parte de la denominada Ruta de la Salud en Michoacán, debido a que cuenta con centros recreativos y curativos por sus características termales y de vapor natural, recomendados para padecimientos de tipo reumático, entre otros; es muy conocido el balneario de Araró, comunidad ubicada en la ribera del Lago de Cuitzeo, cuyas aguas son ideales para la práctica del canotaje, además del avistamiento de aves de diversas especies, varias de ellas endémicas.
A 37 kilómetros de esta cabecera se ubica el Parque “Los Azufres”, de características naturales, reconocido por sus aguas termales y un volcán dormido, este paradisiaco lugar se ubica en el Cerro de San Andrés, elevado a más de 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar y hogar de la mariposa monarca, también se han descubierto en esta zona vestigios arqueológicos y poblados típicos con zonas boscosas para acampar, además de edificios coloniales que datan de los siglos XVI y XVII.
Los balearios recreativos ubicados en el municipio de Zinapécuaro son: Reino de Atzimba, Los Hervideros, Balneario Ejidal, Huingo, Puesta del Sol, Las Adjuntas, Taimeo y Las Orquídeas. Puesta del Sol tiene disponibles cabañas donde los viajeros pueden pernoctar y disfrutar de noches tranquilas para continuar su recorrido y gozar desde temprano el día siguiente de las bellezas naturales que ofrece Zinapécuaro, así como sus artesanías de barro y cerámicas.
Otro atractivo en esta zona de Michoacán es la comercialización a gran escala de las diferentes frutas que se producen en Ucareo y Jeráhuaro, como la pera, el durazno, capulines, membrillos y manzanas que los productores ofertan al natural, en licores, en conserva y/o en planta; en gastronomía destacan las tradicionales carnitas, preparadas artesanalmente en hornillas con leña de pino, lo que les da un exquisito y singular sabor, también está el famoso pan “fallo” de Opopeo, que se elabora en hornos de leña. Además, en la apicultura existen productores que comercializan miel a Estados Unidos y países de Europa.
El municipio no cuenta con muchos espacios culturales, sin embargo, los que existen son de gran valor cultural y científico, como la Casa Museo de Don Felipe Rivera, destacado astrónomo, músico, doctor y escritor, pero sobre todo, hijo predilecto de Zinapécuaro.