Ciudad de México.- Los productores de maíz participantes en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa Producción para el Bienestar (PpB) elevaron en 25 por ciento el rendimiento por hectárea de sus cultivos, gracias a la transición agroecológica que han emprendido, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
Al encabezar la conferencia 42 del ciclo Autosuficiencia Alimentaria e Innovación Tecnológica con Prácticas Sustentables, el subsecretario destacó que el encarecimiento de agroquímicos –que hoy duplican o incluso triplican sus precios respecto de un año atrás— ha sido elemento propicio para fortalecer el convencimiento campesino para dejar de usar este tipo de productos sintéticos e inclinarse por el uso de bioinsumos.
En la conferencia “Día Nacional del Maíz, ¡Conmemoremos sin glifosato ni transgénicos!”, el subsecretario destacó el valor económico, social, cultural, religioso, alimentario y gastronómico del maíz, del cual en México contamos con más de 60 razas nativas.
También, puso en relieve la determinación vigente del Gobierno de México de reducir gradualmente y eliminar en enero de 2024 el uso de glifosato, así como acotar la siembra y comercialización de maíces transgénicos.
“Nos ha tocado vivir un punto de quiebre, pues las tareas emprendidas por este Gobierno para alcanzar la autosuficiencia alimentaria se ven absolutamente influidas, y cada vez más, por las acciones que desde varios programas públicos realizamos en busca de la transición agroecológica, esto es, de dejar atrás, de sepultar, el paradigma de la revolución verde, de uso intensivo de agroquímicos, de dependencia de la proveeduría de trasnacionales, y en cambio, hacer lo que estamos haciendo: fortalecer la capacidad campesina de elaboración de sus propios bioinsumos y de producir alimentos saludables para sus familias y el mercado con respeto al medio ambiente”.
“El convencimiento de los productores por la agroecología no es por imposición, sino porque ellos, en diálogo entre productores y con nuestros técnicos y científicos, observan la validez y vigencia de muchas prácticas de sus antepasados, de sus abuelos, de sus padres; se dan cuenta de que éstas dan rendimiento, dan ganancia, dan cosechas saludables para sus familias, dan un medio ambiente saludable”, comentó.
El subsecretario informó que del 5 de septiembre al 15 de octubre más de 15 mil familias campesinas, junto con unos mil técnicos participantes en la EAT de PpB, realizan unos 200 eventos interregionales en conmemoración del Día Nacional del Maíz –que es oficialmente el día 29 de septiembre.
Todos esos eventos llevan el sello de la transición agroecológica y participan Jóvenes Construyendo el Futuro, que son aprendices de sus padres o abuelos productores, y una serie de actores más, como autoridades estatales, municipales y ejidales, centros académicos, centros de investigación, organizaciones no gubernamentales y pueblo en general, abundó.
“Los eventos implican el intercambio de semillas, talleres, recorridos en campo, diálogos campesinos, ferias gastronómicas, actividades culturales, concursos, juegos, fotografía, exposiciones, estands de bioinsumos, tianguis orgánicos, música, fiesta, y algo muy pero muy gratificante: la entrega de reconocimientos de productores a productores, los cuales visibilizan y aplauden los esfuerzos que realizan los productores por conservar sus semillas y por avanzar en la transición agroecológica”, señaló Suárez Carrera.
En la conferencia, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores González, habló sobre la relevancia del decreto presidencial del 31 de diciembre del 2020 que prohíbe el uso del glifosato y la siembra del maíz transgénico.
Explicó que la Semarnat se ha dado a la tarea de difundir y realizar acciones de educación popular, a través de la capacitación en cascada de servidores públicos, para que repliquen en territorio el conocimiento sobre las alternativas agroecológicas al uso de este herbicida, cuyo efecto es dañino para el medio ambiente y la biodiversidad.
Asimismo, se refirió al diálogo que la dependencia ha sostenido con representantes de comunidades menonitas y al acuerdo histórico para establecer mesas de trabajo encaminadas hacia un ordenamiento ecológico del territorio para detener actividades de deforestación y establecer sistemas de producción más amigables.
Finalmente, recalcó la importancia de evitar la apropiación de los recursos genéticos con fines comerciales, por lo que señaló que, a diferencia de los gobiernos neoliberales, el gobierno de la Cuarta Transformación ha recuperado la función del Estado de velar por la soberanía de sus recursos y ha avanzado en el desarrollo de los criterios jurídicos para la implementación del Protocolo de Nagoya, con base en los principios de soberanía de la nación, los recursos naturales y el patrimonio cultural.
La directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), María Elena Álvarez-Buylla Roces, expuso una ponencia sobre “Avances de cumplimiento del decreto presidencial”, y cuánto se ha reducido la dependencia del glifosato, así como las alternativas que han emergido en este contexto.
Señaló que este decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador descarga en el Conacyt la responsabilidad de articular, promover y apoyar las investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos e innovaciones que le permitan sustentar y proponer alternativas al glifosato.
Afirmó que el decreto “no es letra muerta”, toda vez que se desarrollan proyectos exitosos que responden con profunda responsabilidad a un mandato del pueblo para recuperar la rectoría de Estado en el cuidado de la alimentación saludable, preservando el ambiente y la biodiversidad.
Desde el Conacyt, dijo, se han diseñado distintos mecanismos de acción para el desarrollo de herbicidas con tecnología mexicana, accesibles y libres de agrotóxicos, y se ha realizado el diseño y la validación de planes de cultivos sin glifosato que permiten consignar mejores rendimientos a través de una metodología con rigor científico.
Además, agregó Álvarez-Buylla, se han apoyado 62 Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia (Pronaii) que identifican alternativas culturalmente pertinentes, seguras para la salud humana y para el ambiente, mediante las cuales se han establecido diversas acciones en 15 estados de la República.
En el evento participó el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud (CINyS) del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Simón Barquera Cervera, quien expuso evidencias científicas sobre los riesgos y daños a la salud humana que representa el glifosato y realizó varias recomendaciones.
Entre ellas: limitar la exposición al glifosato; desalentar el consumo de cultivos transgénicos, sobre todo aquellos resistentes al glifosato, y promover el consumo de productos locales (maíz y sus variedades).
Asimismo, refirió, desalentar el consumo de alimentos que pueden contener glifosato (los ultraprocesados) y sustituir el uso de glifosato en todas sus formas por herbicidas seguros para la salud humana y que protejan el medio ambiente.
La directora de Vía Orgánica en la Ciudad de México y representante de la Campaña Sin Maíz No Hay País, Mercedes López Martínez, habló de los logros de la sociedad organizada en favor del maíz: la demanda colectiva para defender al maíz de la presencia de transgénicos, impulsada desde 2013 de forma exitosa; la creación de la Alianza por Nuestra Tortilla, en 2018; el impulso y consecución de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, en 2020, y el propio decreto presidencial contra la importación y uso de glifosato y maíces transgénicos, de diciembre de 2020.
Indicó que el sentido de la Campaña es defender la milpa, el maíz y la soberanía alimentaria, y agradecer a quienes nos alimentan y honrar su trabajo.
En la conferencia se transmitieron también videomensajes del director de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), Alejandro Svarch; de la vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Ana Lilia Rivera, y de la directora de programa del Instituto para la Política Agrícola y Comercial de Estados Unidos (IATP), Karen Hansen-Khun.
Asimismo, la activista internacional Vandana Shiva participó mediante un videomensdond en el que destacó la valía de las semillas, como propiedad campesina y de la humanidad.
“Nuestras semillas son semillas de vida, son semillas de libertad”, observó.
Consideró que las semillas transgénicas son tóxicas, como lo demuestra la historia de la agricultura en la India (con suicidios, deudas de los pequeños y medianos agricultores, entre otros sucesos).
“En Estados Unidos el maíz modificado ha devastado su tierra de cultivo, así como ha devastado las selvas amazónicas y las tierras de cultivo argentinas. Argentina solía abastecer de trigo a Europa, ahora le abastece de alimentación para animales y biocombustibles. Este es un sistema tóxico. Es una guerra contra la tierra, es una guerra contra la biodiversidad, es una guerra contra nuestras culturas, es una guerra contra los conocimientos indígenas”, expresó y aplaudió la decisión de México de acotar el uso de maíces transgénicos.
En Michoacán también los productores participantes en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) compartieron sus experiencias y resultados.