Aunado al problema de la falta de cultura de pago del agua, en los últimos años se ha incrementado un problema más al suministro y distribución del vital líquido que son las tomas clandestinas, que en Panindícuaro son del 25 por ciento, informó el director del Sistema Municipal de Agua Potable de dicho lugar, José Saavedra García.
Luego de la reunión que se realizó con el director general de la Comisión Nacional del Agua en Camécuaro, municipio de Tangancícuaro, quedó primero de manifiesto la falta del recurso que administran, que en la pasada temporada de estiaje dejó ver sus momentos más críticos.
La coincidencia entre los asistentes va en el sentido de que debe haber una nueva cultura sobre el aprovechamiento y uso del agua potable, y es que existen aún, sobre todo en los municipios más rurales, personas que pretenden regar parcelas o “ecuaros” con agua potable, lo que ya no es aceptable, pues de esta manera es muy difícil que el recurso alcance para brindar el servicio a todas las personas.
Más aún en la forma en la que antes se recibía de manera ininterrumpida, esto en muchos lugares ya no es posible, de ahí que sea importante hacer conciencia en las personas, de la necesidad de que las viviendas cuenten con sistemas de almacenamiento.
En este sentido, dijo que aún en las poblaciones rurales esta situación ya es una necesidad, de ahí que José Saavedra García hiciera el planteamiento a las autoridades para que busquen los mecanismos para abastecer a las familias de tinacos en donde puedan guardar agua para las necesidades más urgentes en las temporadas de estiaje.
En este tenor, señaló que existen efectivamente varias asociaciones que ofrecen programas de tinacos a bajo costo, pero aun estos no son accesibles para las personas del campo que como siempre son los más desprotegidos.
De igual manera se habló de gran desperdicio de agua que existe debido a las malas condiciones de las redes de drenaje en las poblaciones, en donde las fugas se estiman ya de un cincuenta por ciento del agua distribuida lo que es una gran pérdida.
Se agrega la falta de pago y las tomas clandestinas que se estiman en el caso de Panindícuaro, de que un 25 por ciento de las tomas son irregulares y se tomaron de manera ilegal y peor, al tratar de regularizarlas, han existido amenazas incluso con armas de fuego al personal del Sistema Municipal de Agua Potable, lo que en consecuencia impide en parte dar un servicio de eficiencia en términos generales.
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