Conmemoran CCLXVII Natalicio del cura Miguel Hidalgo y Costilla; académico, revolucionario y libertador

La figura de Miguel Hidalgo y Costilla se ha constituido como una fuente de inspiración de generaciones nicolaitas que actualmente continúa dando vida a la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), gracias a ello, se cuenta con una identidad que sigue siendo la inspiración de ilustres profesionistas y destacadas figuras forjadoras de conocimientos y saberes que impactan e inciden en el desarrollo político, económico, social y cultural de Michoacán, el país y el mundo.

Durante el acto solemne por su CCLXVII del Aniversario de su Natalicio, celebrado en el Colegio Primitivo y Nacional de San Nicolás de Hidalgo, la autoridad central de la Universidad Michoacana sostuvo que la circunstancia que nos aqueja en el presente y que ha motivado un estado de emergencia y excepción, derivado de una contingencia sanitaria a nivel mundial (COVID-19), plantea fortalezas, dilemas, cuestionamientos, retos y oportunidades que no son nuevas, ni tampoco extrañas en un mundo que ofrece una interconexión económica, comercial y financiera; una difusión del conocimiento y una educación universitaria de alcance planetario como nunca en la historia.

Las crisis, los cambios de época, las fronteras de los acontecimientos como el que padecemos, no ha sido el primero y precisamente, el legado de Don Miguel Hidalgo, su templanza, su idea de justicia, su circunstancia particular para ser uno de los guías e inspiradores del nicolaicismo, nos demuestra que la complejidad da lugar a la oportunidad y el presente es la oportunidad a través de la cual la Máxima Casa de Estudios de Michoacán ha venido demostrando, ante la pandemia vigente, resultados visibles y concretos, responsabilidad social y la preparación de profesionistas universitarios, especialmente, en el área de la salud.

No es fortuito que la abolición del esclavismo, de la cual fue artífice Miguel Hidalgo y Costilla, en el ocaso novohispano, y los ideales sobre libertad, igualdad y justicia que lo inspiraron, nos motivan ahora para construir la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, como institución académica de vanguardia e impulso al desarrollo y excelencia académica en el Siglo XXI.

Miguel Hidalgo y Costilla, nació en la Hacienda de Corralejo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753, hijo del matrimonio entre Ana María Gallaga -originaria de Jururemba, Michoacán- y Cristóbal Hidalgo y Costilla. A temprana edad, con la tutoría de su padre, se introdujo en el dominio de las ciencias y la teología, advirtiendo desde entonces su inteligencia y habilidad en aprendizaje, dominio de saberes, como preludio del hombre, del cura y del libertador, conocido como “Padre de la Patria”.

Por azares del destino y una casualidad fortuita, pero afortunada, ingresó al Colegio de San Nicolás Obispo pues primeramente, Miguel Hidalgo y su hermano Joaquín fueron inscritos por su tío materno José Antonio Gallaga, en el Colegio Jesuita de San Francisco Javier, mismo que fue cerrado “… a raíz de la expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios españoles, decretada por Carlos III en 1767”. Tal acontecimiento orilló al futuro Padre de la Patria y a su hermano a esperar durante meses la apertura de cursos en el Colegio de San Nicolás Obispo, donde se graduaría como Bachiller en Letras y un año más tarde lo haría respecto al Bachillerato en Artes por la Real y Pontificia Universidad de México y Teología más adelante, en 1773, obteniendo en sus exámenes las más altas calificaciones por el desempeño e inteligencia mostrados.

Catedrático del Colegio de San Nicolás de Hidalgo en el año 1776, imparte las asignaturas de Filosofía, Gramática Latina y Filosofía Escolástica; este no solo fue uno de los factores que daría renombre al Colegio, ya que el insigne catedrático coincidiría con su discípulo José María Morelos y Pavón, quien en tiempos por venir lo sucedería en el liderazgo de la lucha independentista.

Al terminar su apostolado académico, emigró a Colima y posteriormente a Guanajuato, donde finalmente, daría inicio formalmente la lucha independentista en 1810, inspirada en gran parte en los movimientos liberales europeos de finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, acaecidos en Inglaterra, Francia y las trece colonias inglesas en el norte de América, que proclamaban los derechos como elemento ineludible para el reconocimiento de la dignidad humana, así como la libertad e igualdad de todas las personas frente a la ley.