Asfixiados por la emergencia sanitaria y los gastos derivados de ésta, así como por la baja recaudación generada por el cierre de negocios, los estados y los municipios podrán diferir adeudos, así como reestructurar y contratar deuda o emitir bonos, como una forma de alivio temporal a la presión que mantienen por la crisis económica, manifestó el diputado federal Carlos Torres Piña.
Lo anterior de acuerdo con los beneficios derivados de la aprobación de la reforma a la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, aprobada por Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
Al destacar las bondades de ese acto legislativo Torres Piña puntualizó que se flexibilizan y desburocratizan trámites legales y administrativos, de tal forma que se pueda acceder a los esquemas de financiamiento de forma rápida.
Cuando el producto interno bruto (PIB) del ejercicio fiscal inmediato anterior observe una disminución anual mayor al cinco por ciento en términos reales, los estados y los municipios podrán reestructurar las obligaciones contratadas a corto plazo.
Torres Piña, explicó que se les permitirá destinar los recursos reservados para desastres naturales para la atención de las contingencias, también erogar recursos para contratación de personal salud y seguridad pública o para generar programas temporales de empleo. También se adecúan diversas definiciones, entre las que destaca la de “inversión pública productiva”, permitiendo la opción de destinar recursos a la adquisición de vehículos para el transporte público, seguridad pública, servicios de salud o recolección de basura, y “obligaciones a corto plazo”, otorgando la posibilidad de que sean contratadas no sólo con instituciones financieras sino también con la Banca de Desarrollo y personas físicas y morales de nacionalidad mexicana a través del mercado bursátil. También se establecen mecanismos de captación de recursos por medio de emisiones bursátiles a corto plazo.
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