El reto en el Lago de Cuitzeo: no permitir la evaporización que lo diseca: INIRENA

El investigador Arturo Chacón demanda no dejarle el asunto a la naturaleza, que el lago reciba lluvia y no se le extraiga agua hasta mayo, para que se mantenga como lago en tiempo de secas.

Foto: Xana Zamudio

PARTE 1

El Lago de Cuitzeo, que hace unos meses se encontraba desértico a causa de una de sus más prolongadas sequías, principalmente en su lado occidental y parte del centro, se recupera gracias a las abundantes lluvias de temporada alcanzando ya niveles normales en su profundidad, ahora es necesario no dejarlo solamente en manos de la naturaleza y planear el uso eficiente del agua; el reto: no permitir la evaporización, “que reciba lluvia y no se le extraiga de aquí a mayo” y continuar gestiones para un decreto de restauración que le garantice mantenerse como lago en tiempo de secas, señaló Arturo Chacón Torres, científico del Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.

Alertó el investigador que vienen todavía días calurosos, de tal manera que, con viento y calor el lago puede empezar a evaporar, y si ahora el panorama es alentador no significa que el embalse vaya a resistir la temporada seca, más cuando se pronostica un efecto de La Niña para este año, que se traduciría en temperaturas frías, pero secas, “es por eso que de manera preventiva se revisan las imágenes de satélite para ver si tendremos, como en el caso del huracán Rick, una gran aportación de agua hasta Cuitzeo, hay confianza en que tendremos más lluvia”, sostiene Chacón.

Detalló que, si llegáramos a tener 2 o 3 lluvias copiosas para el lago, podríamos pensar en que este tendría que resistir 6 meses de la temporada seca: parte de diciembre, enero, febrero, marzo, abril y parte de mayo, y quedaría encharcado antes de que lleguen las primeras lluvias del 2022.

Lo más importante es realizar el balance hidrológico y dar continuidad al Decreto de Restauración Ecológica del Lago de Cuitzeo, por parte de la Presidencia de la República, gracias a gestiones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), se busca garantizar un volumen mínimo que le permita mantenerse como lago; estamos hablando de 200 a 300 millones de metros cúbicos de agua, que alimenten al lago a lo largo del año, sobre todo al inicio de la temporada seca, para que el afluente mantenga una de sus funciones: proveer pesca.

En este momento no hay una pesca sostenida, pues solo hay peces en tallas pequeñas y se espera que la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader), del gobierno federal, o la Comisión estatal de Pesca (Compesca), siembren peces en apoyo a los pescadores ribereños.

Según afirma Chacón, los niveles promedio que mantiene el Lago de Cuitzeo son de un metro con 50 centímetros de profundidad en la parte central -Cuitzeo, La Palma y Mariano Escobedo- mientras que en la parte oriental, que comprende Estación Queréndaro, Francisco Villa, Araró y Huingo, así como Irámuco, Guanajuato, puede tener profundidades que pueden llegar incluso a los 2 metros, pues además de la lluvia hay en esa zona manantiales internos de aguas termales y frías, en tanto que en la parte occidental el nivel promedio puede alcanzar un metro de hondo.

Si no caen lluvias y empieza en diciembre a evaporar el agua por la época fría y los vientos de enero y febrero, el lago se encharcaría entre marzo y abril, entonces quedaría seca la parte occidental, la desecación continuaría hacia la parte central y el vaso norte, donde se ubica el dren La Cinta, de San Agustín del Pulque hacia el norte, “pero esperemos que no llegue a más”, estableció.