Michoacán, al igual que otros estados en el país, se encuentra a días del inicio del proceso electoral local, en donde habrá de elegirse alcaldes, diputados y gobernador; sin embargo, ese empiezo, que se da en medio de la mortal epidemia del COVID-19, no será el mejor posible, toda vez que tiene una serie de pendientes.
Como ya lo evidenció la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) el recién aprobado Código Electoral de Michoacán tiene inconsistencias que deben ser resarcidas en un plazo limitado, como es el caso de la forma en que se reparten las diputaciones locales llamadas plurinominales o de representación popular.
Más allá de eso, en el inicio mencionado, el Instituto Electoral de Michoacán (IEM) tendrá que enfrentar relevos de consejeros, lo cual no es un asunto menor, sobre todo cuando el árbitro electoral debiera estar en su mejor forma, sin aspavientos, pero, bueno, y qué decir de partidos políticos, como el caso de MORENA, que está en conflicto constante en la definición de su dirigencia estatal. Como se ve, el inicio no es perfecto, ni cercano.
