Entre el Derecho y la Literatura

Haciendo un análisis a las más recientes celebraciones y conmemoraciones que se han dado tanto en nuestro país como de manera internacional, encuentro que el veintiuno de marzo es uno de los más socorridos para tales evocaciones y reconocimientos. Con gran admiración, aprecio las siguientes coincidencias; se conmemora el “Aniversario del Natalicio de Don Benito Juárez”, el “Día Internacional de la Eliminación Discriminación Racial”, el “Día Mundial del Síndrome de Down” y la habitual y cálida entrada de la “Primavera”.

Todas las solemnidades anteriores merecen mi respeto irrestricto, tanto por el respeto interpersonal como por el deber cívico. Cabe señalar que en distintas circunstancias les he brindado algunas líneas poéticas, sin separar la base jurídica de su decreto como la esencia de su contenido; un extraordinario binomio al que varias y varios doctrinarios le han dedicado obras literarias completas, cada uno desde su trinchera y su óptica particular.

Pero desde nuestra particularidad, ¿Se puede fusionar la literatura poética con el derecho, sin trastocar lo que hasta hoy se ha escrito?
Seguramente se lo han preguntado y desde luego, yo también me lo pregunté muchas veces, incluso, tuve la oportunidad de ver a colegas juristas que, a través de sus Iniciativas, Posturas Grupales, Escritos de Demanda, Contestaciones, Alegatos y demás textos jurídicos, han llevado la poesía entre sus líneas incluso con algunos “Principios Generales de Derecho” que cumplen o se asemejan a esta premisa.

Cómo olvidar una máxima de estos “Principios” … “El que es primero en tiempo, es primero en Derecho”.

Estoy gratamente sorprendido con un texto que elaboró el Jurista Rosalío López Durán, catedrático de la UNAM y de su posgrado, para el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la propia Universidad, en el cual hace apología del concepto de JUSTICIA POÉTICA, como especie de educación sentimental en el Derecho. Leyendo un artículo del abogado y periodista argentino Ferrero Pérez, transcribo una interesante reflexión que a la letra dice:
“Los poetas de altura dicen que quienes leen poesía se civilizan, y quien se civiliza es sembrador de amistad y solidaridad, en el mundo en que vive”.
Por su parte el jurista español Álvarez Sacristán, que no solamente utiliza el aspecto poético del lenguaje, sino que lo transforma para hablar de la armonía entre poesía y derecho: unas veces como profesor de Derecho y otras tantas como Magistrado de lo Social en el país vasco, realiza algunas expresiones relacionadas con los Poemas y el Derecho.

Él dice que la poesía, expresa, canta o transmite, lo que va más allá de lo natural y que esto, se aproxima a la filosofía. En su “Nueva visión de la poesía y el derecho”, refiere como ejemplo que, en la literatura germánica se suele asimilar el concepto poeta al de jurisconsulto o abogado, y ¿cuál es la razón?, que el poeta tiende a expresar un orden justo; y la justicia, se debe entender como la defensa de la legalidad; por ello, el poeta interpreta la vida como la esencia de la solidaridad, en el respeto a la ley.

La poesía es y será siempre, una búsqueda hacia la realidad de quien la procura, buscando encaminarse hacia la verdad de quien sea que la lea; es decir, que la pueda entender y comprender.

En la antigüedad, todas las composiciones literarias recibían la denominación de poema, ya que la palabra deriva del verbo griego poesín que significa “hacer”; por lo tanto, el poema era cualquier tipo de producto nacido de la literatura. Una de las formas más hermosas y complejas de ésta, sin duda es la multiforme poesía, por ello, en función del derecho, dejamos como muestra un botón, haciendo apología de las más recientes celebraciones nacionales e internacionales.

La Constitución otorga, a través de varias vías,
El goce a los mexicanos, de todas sus garantías
Incluso los extranjeros, que no tengan libertad,
Ingresando a nuestra patria, gozarán de esta bondad

Son básicos sus principios, claros y fundamentales,
Nuestros Derechos Humanos, Garantías Individuales
Que no deben suspenderse, mucho menos restringirse,
Paradigma que establece, cómo y cuándo resarcirse
Precisa en forma legal y con mucha exactitud,
A nadie discriminar, prohibiendo la esclavitud

Única e indivisible, es nuestra bella Nación,
Lo establece con acierto, mi excelsa Constitución
Casa de muchas culturas, México y su población,
Indígenas sus raíces, de plural composición

Libre determinación y su reconocimiento,
Es derecho de los pueblos, desde su asentamiento
Gozarán de autonomía, marco constitucional,
Garantizando su vida, política y cultural
Podrán preservar sus lenguas, costumbres e identidad,
Ejerciendo sus derechos y acceso a la propiedad.

Hasta la próxima.