La flor de cempasúchil se siembra más por tradición que por negocio, sostiene el Presidente Municipal de Copándaro, José Jaime García, entrevistado a poco más de un mes de la tradicional celebración de Noche de Muertos.
Lo sembradíos de cempasúchil no son los de otros años, hay muy poca flor y el exceso de lluvia atenúo la producción para el presente año, de ahí que el gobierno municipal en turno alista un programa emergente en apoyo a los productores.
Si bien la pandemia del COVID-19 trajo consigo bajas ventas, por el cierre de panteones, lo cierto es que desde años anteriores su comercialización ha venido a menos, de ahí que el edil afirma que muchos lo hacen más por tradición que por negocio, “me consta porque un rato nos dedicamos a eso y a veces resulta que más negocio para el intermediario que para el productor”.
Las lluvias también han sido un factor de incidencia negativa, por la humedad, ha rezagado las siembras y la flor no llegará a buenos términos como en otros años.
El Cabildo de Copándaro analiza ya la viabilidad de un programa que ayude a los productores para activar la floración, mediante aminoácidos o en su caso hormonas de crecimiento y estimular el desarrollo de la plantas.
Copándaro que es un referente nacional en la flor de cempasúchil, pero hoy solo presenta algunas pinceladas moteadas por la Pata de león, y muy poco se observa el amarillo intenso que caracteriza a la flor de los muertos, ni tampoco nube.
Sin conocer la superficie destinada para la flor, José Jaime García no duda en señalar que en los últimos tres años disminuyó más del 30%; el maíz, la cebolla, la col y otras hortalizas, cada vez, ganan más terreno.
De la Feria de la Flor de Cempasúchil, que promovió la pasada administración, el gobierno en turno no decide todavía si tendrá continuidad, pero lo que es un hecho es que buscará proyectar a Copándaro como un municipio eminentemente agrícola y con la visión de constituirse como un gran mercado de hortalizas como los que existen en el centro del país.