Mezcal michoacano

El mezcal se ha convertido en todo un boom en tierras mexicanas, no solo para el comercio sino también para el consumo, en el plano internacional se está posicionado a la par del tequila, México ya no solo se conoce en ambientes de fiesta por el mariachi o el tequila, ahora el mezcal es otro digno representante.

Felipe Calderón en su periódico presidencial anunció el otorgamiento de la “Denominación de origen” para el Mezcal, producido en la zona de Tierra Caliente de Michoacán, con lo que se definirá una zona de protección para la producción del Mezcal en México, que va del corredor de Oaxaca hasta Tamaulipas. Por supuesto, el que haya sido Calderón quien firmó el decreto, fue coincidencia, nada tiene que ver con gustos o aficiones, sólo hacemos la aclaración.

Michoacán juega un papel sobresaliente, no sólo en la gastronomía, sino también en la bebida porque tiene la certificación de dos marcas de origen, tal es el caso del tequila y por supuesto de la industria mezcalera, el cual procede de 36 municipios del estado entre los que destacan Churintzio, Jiquilpan, Queréndaro, Morelia, La Piedad, Madero, Tzitzio, Los Reyes, Tocumbo, Villamar, Peribán y Jiménez. Este territorio del país cuenta con más de 3 mil 522 hectáreas en las cuales se siembra el maguey.

Hace pocos años el líquido etílico en cuestión no era popular en clases media alta o alta, normalmente se le veía con cierta limitación en esferas encumbradas, difícil era ver botellas en mesas elegantes o en bares de cierto prestigio, pero hoy se ha convertido en indispensable, difícil es que no se encuentre en ferias, cantinas, bares, antros o hasta en la tiendita de la esquina, hay de todos colores, texturas y sabores. La competencia tiene que ver con la calidad, misma que determina el precio.

El mezcal, está considerada una bebida mística, mágica, extraordinaria y hasta afrodisiaca, hay quienes la consumen en ritos, redados de música, danza y alegorías, en esta condición el estado de Oaxaca lleva la delantera, por cierto, ya se ha convertido en mito eso de que el mezcal solo llega de dicha entidad, no por ello su producto deja de ser un gran atractivo.

Varias son las leyendas que se adjudican su nacimiento u origen, para darle un sentido informativo y curioso a esta columna vamos a presentar una de las más sonadas e interesantes, misma que está en el sitio web EsMexico .com.mx

Cuenta la leyenda zapoteca del mezcal es una variación Mayahuel, y habla de la diosa Máyatl, quien poseía cuarenta mil senos de los cuales brotaba un elíxir maravilloso que ofrecía a sus adoradores.

Una vez la diosa se sintió excitada, sensación que le era desconocida y le producía un intenso deseo carnal, originado al formarse en su corazón unos maravillosos gusanos que sensibilizaban el cuerpo de la soberbia diosa.

Bajo ese estado de excitación, Máyatl se enamoró de un guerrero: Chag, que no osaba ver a la diosa como su igual. La tímida actitud de Chag impulsaba a la diosa a buscar la forma de obtener su amor. Un día Máyatl ofreció a su amado el más hermoso de sus senos para que bebiera el elíxir que brotaba de sus entrañas.

Cuando Chag bebió lo suficiente, venció su timidez e imploró a la diosa: «¡hazme dios o hazte mujer!», Máyatl, profundamente conmovida, llevó la mano a su corazón y, tomando uno de los gusanos sagrados se lo ofreció a Chag. El mortal se sintió a la altura de su diosa y la amó intensamente durante siete días y siete noches. Quizá ahora comprendemos, el porqué de una bebida afrodisiaca y mística.

Hablando sobre la bebida de los dioses, como también se le conoce al mezcal, precisamente está en puerta para los días 15, 16 y 17 de septiembre, del presente el Festival Gastromezcalero, en el Orquidiario de Morelia, que promoverá más de 50 distintas marcas de todo el país, esto en medio de música, danza y gastronomía donde las cocineras michoacanas deleitarán con su exquisita comida, misma que ya conocemos y sin duda es una delicia al paladar.

Como buenos mexicanos, los refranes no quedan de lado, además serán un magnifico pretexto para cerrar esta colaboración que nada tiene que ver con eso de, él que en pan piensa, hambre tiene.  Aunque ya lo pusimos en duda.

 Se dice, Para todo mal, mezcal; para todo bien, también; y si no hay remedio, litro y medio. El tequila te enseña el corazón de México, pero el mezcal te muestra su alma, El día que el amor se convierta en mezcal, me lo tomaré en serio, y para rematar diremos, El amor es como el mezcal, cuando te das cuenta lo tienes clavado en el corazón. ¡Que esto, que lo otro, salud!!!!