Ollas de agua sin regulación; habría 20 mil en Michoacán

Al no estar consideradas en el Artículo 27 constitucional ni mencionarse en la Ley General de Aguas Nacionales, las ollas de agua pueden no ser consideradas ilegales, por lo cual son un tema complicado y difícil de regular, manifestó Roberto Arias Reyes, coordinador general de la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (CEAC) en Michoacán, quien especuló que en la actualidad puede haber en Michoacán hasta 20 mil ollas de ese tipo, la cifra torna medioambiental y muy complicado el tema, dado que “si no hay ley, cómo se quita una olla o se prohíbe su construcción”, cuestionó el funcionario.

De esta manera, el titular de CEAC atribuyó la proliferación de ollas de agua para uso agrícola a la falta de una ley que las regule, “la gente se ampara y sin permiso continúa haciendo ollas de agua”, que posteriormente se utilizará para regar huertas, principalmente de aguacate, establecidas mediante el cambio ilegal de uso de suelo.

Roberto Arias Reyes, coordinador general de la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (CEAC) en Michoacán

En ese tenor Roberto Arias extendió que “lo único que hace la CEAC ante la falta de leyes en materia de ollas captadoras es poner el dedo en el renglón” para que desde el Congreso de la Unión se legisle, “ya hemos hablado con nuestros diputados federales, ya que, si es un tema que no se menciona en la ley de aguas ni en la Carta Magna, debemos cambiar la ecuación y “empezar por regular el cambio de uso del suelo, no tanto la captación de agua”.

De esta manera, detalló Arias Reyes, el tema estaría en la esfera de atención de la Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), así como de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

De hecho, precisó que el asunto ya está en la mesa de Cofom y se espera que Conafor “se ponga todas las pilas”, para buscar solución al problema del robo y consecuente escasez de agua. En este sentido hizo hincapié en que, al retener el líquido en las ollas, los propietarios no permiten que el vital líquido llegue a las poblaciones asentadas en las partes bajas de la sierra, por lo que reiteró que, a través del acaparamiento, “con las ollas se están robando el agua”, sostuvo.