Este jueves 28 de agosto, la comunidad de Villa Morelos se viste de gala para celebrar las Fiestas Solemnes en Honor a Santa Mónica y San Agustín, una tradición que hunde sus raíces en la devoción y el esfuerzo comunitario.

La celebración, que retoma con fuerza sus actividades tras las restricciones de la pandemia, es un reflejo de la fe y el legado histórico que forjó la Asociación de las Madres Cristianas de Santa Mónica hace más de un siglo.
La historia de esta festividad está intrínsecamente ligada al Templo de San Agustín, una iglesia de humilde pero resistente, levantada con muros de adobe y techos de teja gracias a la iniciativa de la Sra. Ma. Trinidad García y el apoyo del Sr. Cura D. Francisco Cervantes. Esta iglesia, que ha sido testigo de la fe de generaciones, fue un punto clave para el fomento de vocaciones sacerdotales y religiosas en la región.
Después de un periodo de inactividad, la tradición fue rescatada por el Padre Eliezer Martínez Campos, quien revivió la celebración con el apoyo del grupo de Cursillos. Con el paso de los años, el templo ha sido objeto de varias restauraciones que han preservado su belleza y su importancia cultural y religiosa, siendo la más reciente en 2023, en conmemoración de su centenario.
La festividad del 28 de agosto en honor a Santa Mónica y San Agustín está marcada por la fe y la participación comunitaria. El día comienza con las tradicionales mañanitas, seguidas de una solemne misa de mediodía que congrega a feligreses de Villa Morelos y de las comunidades aledañas.
Por la tarde, la emoción se desborda en la procesión por la “estación menor”, un recorrido que luce adornado de amarillo y blanco en honor a los santos. Encabezando la procesión va la imagen de Santa Mónica, seguida de su hijo San Agustín, en un emotivo trayecto que culmina con una misa de cierre.


Este año, gracias al impulso del actual Párroco Padre Julio César Torres Estrada, la celebración retoma su esplendor con la tradicional kermesse, en la que participan los diferentes grupos parroquiales. La vendimia también se retoma de la mano del grupo de liturgia. Los feligreses ya se han unido en la preparación de la iglesia, con elaborados arreglos florales y el cambio de vestimenta de las veneradas imágenes.











