El hampa, el crimen organizado, siempre ha estado presentes desde hace cientos de años, no sólo en México, sino en casi todos los países del mundo, estos grupos han venido ejerciendo poder en el bajo mundo, desde el tráfico de alcohol, prostitución, marihuana, cocaína y todo tipo de sustancias que causan, adicción, muerte y destrucción en las familias.
Su influencia y redes de poder, se ha venido ampliando al pasar de los años; los grupos de la mafia, han sido famosas pasando desde los yakuza en Japón, la Cosa Nostra italiana, la familia Luchesse de New York; la mafia colombiana, la rusa, y en casi en todo el globo terráqueo, hay este tipo de agrupaciones.
En el mundo, los gobiernos lejos de combatirlos y erradicarlos, se han dedicado a coexistir, e incluso a asociarse a través de los grupos o áreas que deberían velar por la seguridad de los seres humanos de bien.
El pasado 6 de junio, se suscitó en México un fenómeno que manchó y vulnero los procesos democráticos para elegir a nuestros representantes, tanto a nivel municipal, así como la elección de legisladores locales y federales, además de gobernadores.
Hoy, México ésta siendo observado a nivel mundial, porque tenemos a un Presidente que con sus declaraciones, hace suponer que negocio y que avala que la intervención del crimen organizado, haya inclinado la balanza a favor de su partido Morena y su aliado el PT, en estados como, Sinaloa, el Estado de México, Nayarit, Baja california y Michoacán.
No entendemos como la militancia de Morena, se sienta feliz, orgullosa y satisfecha de “ganar”, con el apoyo del crimen organizado; ante esta situación, nos preguntamos ¿Quién gobernará Michoacán y México?
Por el bien de México y de sus instituciones, es urgente que se limpie la elección y se anule. Nadie, en su sano juicio, puede avalar esta aberrante acción e intervención del hampa; quien lo haga, estará también avalando y siendo parte de las mafias del poder.